miércoles, 16 de febrero de 2011

COMO UNA PELÍCULA DE FICCIÓN

Un puente de Einstein-Rosen, más conocido como “agujero de gusano”, es un hipotético túnel cósmico o atajo a través del espacio-tiempo, descrito como soluciones para las ecuaciones de Einstein en la teoría general de la relatividad cuando se aplican a los agujeros negros. Aunque todavía no se han observado evidencias de su existencia, teóricamente están constituidos por, al menos, dos extremos, conectados por una garganta, a través del cual viajaría la materia, si éste pudiese ser atravesado

El término agujero de gusano fue acuñado por el físico John Wheeler en 1957 (también acuñó los término “agujero negro” y “espuma cuántica”), como analogía para explicar dicho fenómeno, en el que un gusano que quisiese llegar al otro extremo de una manzana atajaría atravesándola, en vez de rodearla por su superficie. Sin embargo, Ludwig Flamm inició su estudio en 1916, como posible solución a las ecuaciones de Einstein para los agujeros negros de Schwarzschild, conocido ahora como agujero blanco, que se encuentra conectado a la entrada del agujero negro por un conducto de espacio-tiempo. La “entrada” del agujero negro y la “salida” del agujero blanco podrían estar en diferentes partes del mismo universo o en diferentes universos.

Albert Einstein y Nathan Rosen retomaron dicha teoría seriamente, en su intento de eliminar las singularidades de la física (puntos donde matemáticamente las cantidades se vuelven infinitas) para explicar las partículas fundamentales, tales como electrones, en términos de túneles de espacio-tiempo unidos por líneas de fuerza eléctricas